THE BRIAN SETZER ORCHESTRA – Boogie Woogie Christmas (Surfdog Records, 2002)

¡Qué cabrón! Esto es lo primero que pensé al escuchar el último trabajo del rubito de bote ex-cantante de los Stray Cats con su orquesta. De hecho, es lo mismo que pienso siempre que escucho por primera vez cualquier disco en el que esté implicado Brian. Y es que hay que ver cómo toca la guitarra el tío. El suyo es un sonido característico: cuando lo oyes sabes que es él, que no puede ser otro. Por eso siempre ha marcado estilo. Al principio de su andadura con los Stray Cats  ya hacía unos solos cojonudos, escribiendo un nuevo libro de estilo del Rockabilly, pero la cosa no se quedó ahí: según iban pasando los discos de los gatos descarriados, el sonido de su guitarra Gretsch se iba enriqueciendo, dejando cada vez la mano más libre y ganando en sofisticación. Con la Brian Setzer Orchestra ya fue el desparrame: sus solos se convirtieron en auténticas explosiones de color. Setzer sueña universos enteros con su guitarra, que no se limita a explayarse únicamente en los solos –nunca lo hizo-: Brian siempre ha acompañado su voz de crooner macarra punteando las cuerdas de sus Gretschs con elegancia.

El CD que nos ocupa hoy cumple a la perfección con todo lo que podemos esperar de la Brian Setzer Orchestra: una banda de Swing detrás de una guitarra eléctrica. Es ésta la que manda, la que dirige a la banda, compuesta por (aparte de Brian y su apéndice de seis cuerdas) batería, bajo, cinco saxos, cuatro trombones y cuatro trompetas. Toda una avalancha de vientos, algo que siempre gustó a nuestro hombre. No olvidemos que el primer instrumento de Brian fue el eufonio (una especie de tuba), que tocó durante diez años de jovencito. Es de esta época de donde proviene su amor por el Swing, por los instrumentos de viento y su idea de que sería cojonudo añadir una guitarra eléctrica a una Big Band, algo imposible en la época del Swing dado que las primeras guitarras amplificadas no tenían el volumen suficiente para salir airosas de un encuentro con una banda.

Bueno, a lo que íbamos: desde que Elvis sacó al mercado su Christmas album a mediados de noviembre del ’57,  grabar un LP de villancicos se ha convertido en una enorme tentación para todo Rocker cantarín. Evidentemente, no se trata de LP´s de villancicos tradicionales: la autenticidad rockabíllica exige adaptar éstos a un estilo más aceptable para el tupé medio (los villancicos en sí no son nada macarras. Esto lo sabéis, ¿no?). Brian los sitúa en su campo, en el que confluyen Swing, Boogie y Rock & Roll. El abanico de lo que nos ofrece en su nuevo posavasos es bastante amplio: tenemos temas tradicionales inyectados de marcha como O holy night o Jingle bells (en el que sustituye en algunas estrofas el oh what fun it is to ride in a one-horse open sleigh por ...in a ’57 Chevrolet. Un Rocker siempre es un Rocker, baby), temas del repertorio navideño de Elvis como Blue Christmas Santa Claus is back in town, un tema propio nuevo (So they say it´s Christmas), la suite del Cascanueces de Tchaikovsky como tributo a Les Brown y su Band of Renown, y la guinda: un elegantísimo dueto con Ann Margret (Baby it´s cold outside) que nos permite comprobar que la tigresa conserva su voz tan cálida y sugerente como siempre. Lo cierto es que Brian escoge de maravilla a las partenaires de sus duetos. Aun recuerdo aquel You´re the boss con Gwen Stefani, en el que la rubia cantante de No Doubt demostraba que si le daba la gana podía ser una soberbia Dama del Jazz.

En fin y recapitulando: Boogie Woogie Christmas (editado por Surfdog, a todo esto) es la banda sonora más macarra que se me ocurre para estas navidades y cualesquiera otras. No creo necesario ponerme a glosar las excelencias de este último (hasta la fecha) trabajo de la Brian Setzer Orchestra. Basta decir que es eso: la Brian Setzer Orchestra, sonando como siempre, al mismo nivel. Es decir: un acierto seguro.





Roberto Blanco Tomás.
Publicado en la revista electrónica "Cuantoyporquetanto"

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