Entras con tu nena en la sala. El concierto ya hace rato que empezó. Llegas tarde, como siempre, después de tirarte horas intentando aparcar el buga. Hay mucha basca en el garito. El ambiente está cargado y huele a sudor, a tabaco y a otras cosas. Oh yeah, esto es Rocanrol. En el escenario la banda le pega a toda caña. El batería suda, concentrado, sin perder el ritmo ni un instante. El bajista, un tío delgado con el pelo largo, rasca frenéticamente las cuerdas de su instrumento. El guitarra, de pelo algo más corto que el bajista, saca chispas de su arma en el punteo. Cuando termina éste, el cantante, un tipo fuertote, con el pelo rapado y gorra visera en plan Gene Vincent & the Blue Caps, ruge por el micro a la par que se contonea de forma bestial. Get your kicks on the Route 66, en plan Rock de los 70. Rock´n´Roll de toda la vida, con un par de cojones. The Blackberry Clouds, nena…
The Blackberry Clouds son Paco (voz), Francis (Guitarra), José Ángel (Batería) y Frank (bajo). La historia del grupo se remonta a finales del 95. Francis y Frank tocan en plan pasarlo bien con unos colegas de Casabermeja (Málaga), pero la afición por la música que comparten los dos Franciscos va más allá. Quieren montar algo más serio: formar un grupo y crear sus propias canciones. La formación oficial de la banda llega en marzo de 1996, cuando conocen a José Ángel. Un mes más tarde hacen unas pruebas para encontrar vocalista. Lo tienen difícil, ya que quieren hacer Rock setentero y para eso se necesita una voz potente. Prueban a un chaval, pero no les acaba de gustar. Entonces aparece Paco, “el hombre de las botas de oro”, como dice Frank, que “con su poderosa voz” les convence a todos.
Ya está completo el grupo. Empiezan a hacer algunas versiones para conjuntarse (nunca habían tocado juntos excepto Francis y Frank). Una vez conjuntados empiezan a montar temas propios y en octubre de ese mismo año dan su, en palabras de Frank, “primer y patético concierto”. Tenían muy machacado el local y se planteaban el tema del directo con mucha ilusión. Una asociación de la zona Oeste de Málaga, los “JAZP” (“Jodidos y Además Zin Pelas”), que entre otras cosas organizaba conciertos, dándole la posibilidad de tocar a mucha gente, montan uno en el Centro Cívico, cerca de la playa de la Misericordia. Nuestros héroes se suben allí. Paco está de espaldas en el escenario. Se da la vuelta y ve a unas 500-600 personas. “Se me vino el mundo abajo, macho, y digo: ‘me cago en la puta’. Me quedé clavao en el escenario”. Ninguno de ellos esperaba debutar ante tanta gente. Nervios. “Nos desenvolvimos lo mejor que pudimos y, después de ese concierto, tuvimos algunas conversaciones acerca de qué cosas debíamos hacer y qué cosas no debíamos hacer”. Aun así, según Frank, “estuvo muy bien para ser el primer concierto de un grupo”. Después de esto, la asociación les da otra oportunidad, esta vez en un bar también de la zona: el “Café Irlandés”. Esto ya es otra cosa: mucho más confiados y con los temas más preparados, se lo pasan bien y hacen pasárselo bien a los demás. Desde entonces han estado en continuo movimiento en busca de conciertos y hasta ahora, como afirman sonrientes ellos mismos, no se pueden quejar.
Respecto al tema de grabar, el primer intento lo hacen en el 96, en su local de ensayo, con un cuatro pistas (“Old Nick is gamblin´ on… and you lose”. Demo, 1996). El sonido era muy deficiente, pero les sirvió para entregarlo en sitios, para llevarlo a los bares y pasearlo un poco por ahí. Ya tenían tarjeta de presentación. Con el paso del tiempo, el nivel del grupo crece, el sonido es más sólido y se plantean meterse en un estudio, con un profesional que hiciera un buen trabajo. Se van a Alhaurín de la Torre (Málaga) en marzo de 1998, con un chaval que había montado hace poco un estudio. El chaval se llama Sergio Cascales y había tocado en la banda malagueña BlackJack, lo que resultó de gran importancia, ya que gracias a la experiencia de tocar en un grupo de características semejantes a los Clouds supo darle a aquello un aspecto creíble. Graban primero un par de temas, los mueven un poco, consiguen más bolos y completan unos meses después su Mini-CD “Takin´ it easy is our business” (autoeditado y distribuido por SURCO en el 2000): cinco temas, cinco trallazos de puro Rock and Roll. Este Mini-CD lo han mandado a un montón de concursos y les ha permitido tocar fuera de Málaga, contando con buena aceptación.
Pero estos cuatro años y pico que llevan tocando han supuesto una evolución en su música. Al principio hacían unas composiciones más grandilocuentes. “La influencia máxima eran Zeppelin, Deep Purple y esa gente –cuenta Paco-, pero poco a poco fuimos introduciendo elementos del Rhythm´n´Blues de los ´60, Garage, el sonido Detroit…”. En palabras de Frank, “la evolución más visible en el grupo es que hemos simplificado la estructura de los temas: los estamos haciendo más simples y más directos”. Paco: “y, quiérase o no, son ahora más coherentes; tienen su razón de ser. Los otros eran más de desvarío, con partes instrumentales en el centro de las canciones…”.
Paco es el encargado de las letras y confiesa que pone mucho de su experiencia personal en ellas, pero “siempre de una forma un poco dada la vuelta”. Como es lógico en un grupo de estas características, “el ambiente que se respira en las canciones es un Rock & Roll muy directo, ‘de la vieja escuela’, y claro, la temática funciona a base de tópicos en ese aspecto: desde desamores, desengaños, fiestas con los amigos, coches, motos, ir de putas… Lo que quieras… Tampoco pretendemos reivindicar ninguna causa social, porque, entre otras cosas, pienso que el Rock´n´Roll ya de por sí es subversivo”.
En el año 2000 han ocurrido grandes cosas para estos peligrosísimos rockeros. A finales de abril ganan el San Pepe Rock, en Campillos (Málaga). “Por fin ganamos. Llevamos presentándonos a concursos y certámenes desde hace lo menos tres años y no nos habíamos comido una paraguaya. Ganar este concurso por fin nos ha dado la ocasión de poder grabar un larga duración”.
Pero antes de ese larga duración participan en un recopilatorio (que tras algo de retraso ha salido hace poco) del sello malagueño Alone Records titulado “Alone…”. Es la primera referencia del sello y está dedicado a grupos de Málaga y, dentro de éstos, a la vertiente más durita del Rock (“Nosotros seremos de los más blanditos”, comenta Frank). En el recopilatorio aparecen dos temas del Mini-CD de nuestros protagonistas (“Give it up” y “13 loser”).
No paran. Como muestra, los últimos bolos: tocaron en la sala Rock Palace, de Madrid; luego en la sala Eagle, de Fuengirola; hicieron una minigira por Madrid, apareciendo en los “Conciertos de Radio 3” (y bordándolo, por cierto, aunque el público –niños de instituto traídos para la ocasión- era difícil) y tocando en la sala Gruta 77; después en Avilés (sala Cactus); otra vez en Madrid, en la sala Sol, con sus paisanos Hondonero, y después en Alicante. El 15 de diciembre estuvieron en la sala Escuela de Calor, en Campillos; el 22 pasaron por Disco Rincón, en Benalmádena, y el 29 por la Plaza de las Flores, en Málaga, con The Intoxicated Men y Eugene. No se si estaréis a tiempo de ir cuando leáis esto, pero el 2 de enero tocan en la sala Level de Córdoba con los finlandeses garajeros The Flamin´ Sideburns.
Actualmente se encuentran grabando en Alhaurín de la Torre el prometido CD. Lo iban a grabar con el sello Sonic Titan, pero al final lo hacen con Alone Records, y es posible que este sello también se haga cargo de la distribución. Aparecerá hacia febrero, aproximadamente. También van a participar en la banda sonora de la película del conocido fotógrafo Emilio Schargorodsky y están tramando un EP en directo titulado “Rocket live”. Así que ya sabes: si ves anunciado un concierto suyo en tu ciudad, no te los pierdas, son muy buenos. Te lo digo yo, que les he visto en acción.
…Al final del concierto, el público se rompe las manos aplaudiendo. Un concierto cojonudo, sí señor. Ya en casa, en la cama, tu chica te pide Rock and Roll. Gracias, Blackberry Clouds.
Roberto Blanco Tomás.
Foto: Sylvia Álvarez López.
Foto: Sylvia Álvarez López.
Publicado en la revista electrónica "Cuantoyporquetanto", en enero de 2001
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